Mira más allá del día a día
El día a día nos come todo nuestro tiempo. Sabemos que lo más adecuado sería tener una visión más general del negocio, pero siempre sucede lo mismo. Y, al final del día, estamos demasiado cansados como para ponernos a pensar en otra cosa que no sea llegar a casa. Pero debes tener en cuenta que tener un buen escandallo de costes en tu restaurante es fundamental para aumentar tus beneficios.
Es necesario tener una visión estratégica del negocio. Y, para ello, tenemos que centrarnos y aplicar los conocimientos que tenemos del ámbito empresarial para adaptarlos a nuestras necesidades. Y, en base a ellos, tomar decisiones. Conocer los costes de tu restaurante se basa en saber si tu escandallo es correcto y estás cuantificando todos los gastos que tienes. ¿Quieres saber más? ¡Sigue leyendo!
Sigue formándote en el ámbito de gestión de empresas: No dejes nunca de aprender. Estos conocimientos te ayudarán a comprender mejor tus cuentas, así como a saber interpretar métricas que son necesarias para tomar decisiones.
¿Qué es un escandallo? ¿Cómo hacer un escandallo? Estos conceptos son claves para tu negocio de hostelería.
Lo principal: la definición de escandallo. Se trata de una paso imprescindible para determinar el coste total de un plato por persona en base a la materia prima que se debe usar en la elaboración. ¿Por qué es tan importante un escandallo de costes? Porque se trata de un parámetro fundamental en la gestión de tu negocio de hostelería. De esta manera podrás saber qué precio le tienes que poner a tus productos o platos para conseguir la mayor rentabilidad.
Y ahora que ya sabes lo que es un escandallo de costes te falta saber cómo hacerlo. El cálculo es sencillo y existen programas con los que hacerlo. Es el caso de Recipok, una app que te ayudará a gestionar tus escandallos de forma fácil, sencilla y rápida. Además podrás reducir tus mermas y aumentar tus beneficios.
Toma decisiones que te ayuden a disponer de datos. Elige el programa que utilices para facturar no solo en base a quién te lo quiere vender (o al precio), sino también a qué información adicional te ofrece. Utiliza toda la información que está a tu disposición. Algunos ejemplos:
Como esos, hay cientos que pueden serte de utilidad. Estos datos te van a ayudar, una vez los tengas recopilados, a saber qué es lo mejor para tu negocio. Guárdalos, tenlos a mano y organizados, y disponte a enfrentarte a ellos. Te dirán cosas de tu negocio que, a simple vista, no se observan.
Recipok, por ejemplo, es una app ideal para tus escandallos y para conocer los costes de tu restaurante. Está pensada para cuantificar exactamente el cuánto cuestan tus recetas. Al desarrollar esta aplicación lo que intentamos es poner a disposición de cualquier chef una herramienta que le permita tener más información, gestionar sus escandallos y conseguir recetas profesionales y rentables. Y no cualquier información, sino aquella relacionada DIRECTAMENTE con su negocio. Para un chef no profesional puede parecer poco importante, pero para aquel que quiere maximizar su inversión es crucial.
Ser eficaz significa que tus elecciones deben estar encaminadas a lograr un objetivo, y ese objetivo debe cumplirse. Para ello necesitas, como ya te puedes imaginar, tener bien claro qué deseas conseguir con cada decisión.
Entonces ya podemos avanzar algo: tienes que asociar a todo tipo de proyectos dentro de tu ámbito hostelero un objetivo.
En segundo lugar debes ser eficiente. Es decir, debes lograr este objetivo utilizando la menor cantidad de recursos posible (tanto de tiempo como de materiales). En este sentido es recomendable apoyarse en herramientas específicas que nos ayuden a establecer estos mínimos. Recipok, por ejemplo, te permite saber qué asignas a cada receta para poder evaluar con precisión el tiempo dedicado y los materiales utilizados, las raciones que ofrece, etc.
Y, por último, evalúa los resultados. Todos los objetivos deben ir de la mano de unas métricas que nos ayuden a saber si el resultado obtenido cumple con nuestras expectativas de eficacia y eficiencia. Y, una vez evaluado, cierra el círculo. Los errores deben servir para reevaluar si somos eficientes y eficaces y, en ocasiones, si debemos replantear los objetivos. Y, así, el círculo de mejora contínua no debe detenerse.
